Publicado el 09/04/2021
Seguramente nunca te hayas parado a pensar todo lo que el parabrisas de tu máquina hace por ti sin ni siquiera darte cuenta. Lo cierto es que, a priori, parece un elemento que está ahí sin más, pero la realidad es que juega un papel fundamental en la seguridad y el confort del trabajador.
Una de las funciones más evidentes es el aislamiento térmico. Estar protegidos tras un cristal nos aísla del frío en invierno y los protege del calor en verano. La mayoría de máquinas desempeñan una función concreta dentro de un gran proyecto y no pueden permitirse prorrogar las fechas programadas. También la maquinaria agrícola está muy sujeta a la temporalidad. En la mayoría de casos, dependemos de fechas concretas para recoger la cosecha, arar o realizar el resto de tareas necesarias y no es conveniente retrasar los tiempos si queremos unos buenos resultados al final de la temporada. Por lo tanto, es importante aislarnos lo máximo posible de los factores externos que puedan retrasar nuestro trabajo. Y los parabrisas son, sin duda, uno de los elementos que nos proporcionan mayor protección ante esto y, por extensión, el resto de cristales de nuestra cabina.
Relacionado con el punto anterior, los parabrisas y cristales también nos ofrecen un aislamiento acústico. Conducir o manejar una máquina en un espacio cerrado (cabina), nos permite aumentar nuestra concentración al aislarnos del ruido externo que en muchas ocasiones suele ser excesivo. Especialmente para aquellas máquinas que trabajan en lugares altamente ruidosos como pueden ser obras, construcciones o demoliciones. Y por supuesto, aislarnos del propio ruido que puede generar la máquina que estemos manejando.
Otra de las funciones más importantes es que nos protegen de los elementos externos como por ejemplo arena, gravilla, piedras, polvo, metales u otros elementos que podemos encontrar en una obra o en el campo. También nos protegen de elementos naturales como mosquitos, ramas e incluso los molestos desechos orgánicos de los pájaros.
Los parabrisas también actúan como parasoles. Una de las funciones principales de los parabrisas es filtrar parte de los rayos UV con el fin de proteger tanto nuestros ojos como nuestra piel de los rayos ultravioleta.
Todos los cristales que conforman nuestra cabina favorecen la estabilidad y resistencia del habitáculo. Una cabina con cristales (tanto el parabrisas, como las ventanas o los cristales del techo) contribuyen a aumentar la resistencia a toda la estructura. Es muy fácil imaginar cómo una cabina sin cristal se vuelve extremadamente frágil.
Por último, pero no menos importante, aumentan en gran medida nuestra seguridad: evitan que podamos caer de la máquina o del tractor si estamos correctamente colocados dentro de la cabina. En caso de que el vehículo sufra una colisión o incluso vuelque, reducen en gran medida el riesgo de salir despedidos y caer bajo la máquina.
Por lo tanto, aunque a simple vista parezca un simple cristal, son muchas las funciones que cumplen los parabrisas. Todos ellos están cuidadosamente diseñados y adaptados para aportarnos seguridad, protección y confort. Es por este motivo que es tan importante que los cuidemos e intentemos preservarlos en las mejores condiciones posibles, manteniéndolos siempre limpios y reemplazándolos inmediatamente al detectar cualquier desperfecto.